¿Qué se considera mobbing?
El mobbing o acoso laboral es principalmente psicológico, y se produce de forma injustificada en el entorno laboral o de trabajo. Normalmente este tipo de acoso es promovido por uno o varios trabajadores y es dirigido hacia una persona, aunque también puede darse el caso que vaya dirigido hacia un grupo de personas por motivo de género, raza o sexo. Estas acciones pueden ser:
- De carácter físico (como el acoso per sé, el aislamiento social, la invasión del espacio personal cuando hay alguna confrontación, gesticular de forma violenta y cercana a la víctima frente a cualquier discusión, golpes en la mesa, invasión del espacio personal…)
- De carácter psicológico (como el insulto, el menosprecio, la diferencia de actitud que presenta el acosador frente a una u otra persona, la crítica constante, la humillación pública o privada, el crear una situación hostil y luego responsabilizar a la víctima, etc).
En este tipo de acoso se reiteran ciertas acciones hostiles o poco profesionales que tienen como objetivo perjudicar a la víctima, degradar su clima laboral y, en última instancia, llevarla a abandonar su puesto de trabajo.
Para poder hablar de acoso en el trabajo, estas acciones deben de haberse dado de forma prolongada en el tiempo o en reiteradas veces en ciertos periodos, haber notado cambios de conductas más hostiles hacia un compañero, o valorar que el trato que se le da un compañero es diferente o más hostil de lo habitual: sobre todo si este comportamiento se proyecta en público y la víctima puede sentirse humillada, pero también es acoso en entornos privados.
¿Cuál es la diferencia entre el mobbing y el bullying?
La principal diferencia entre mobbing y bullying es el contexto. Mientras que el mobbing se desarrolla en un entorno laboral o profesional, como hemos visto anteriormente, el bullying o acoso escolar se da cuando se acosa a una persona en el ámbito social, escolar o académico. El objetivo final de este tipo de acoso es la cosificación y humillación de la víctima y, al igual que el mobbing, el bullying tiene también un carácter físico y psicológico, pero también cibernético.
¿Cómo identificar el mobbing o acoso laboral?
El mobbing o acoso laboral es considerado como cualquier forma de comportamiento abusivo, hostil o no deseado entre compañeros de trabajo o entre superiores y empleados con el fin de crear un ambiente intimidatorio, humillante o degradante, o comprometer la situación laboral de la persona afectada.
Los motivos del acoso laboral pueden tener causas muy dispares: como celos profesionales, competencia por ascensos o simple antipatía personal; aunque, en muchos casos, el objetivo del acoso laboral es forzar al trabajador a abandonar la empresa y no pagarle la indemnización por despido.
Identificar esta problemática a tiempo es crucial para tomar medidas preventivas o de actuación. Para identificar el mobbing, es imprescindible saber qué tipos de mobbing existen. Te los detallamos a continuación:
- Mobbing horizontal: Se da entre compañeros en un mismo nivel jerárquico. A veces, un grupo de empleados se unen para aislar a un compañero específico. Algunos comportamientos que se pueden considerar como ejemplos de mobbing laboral entre compañeros son:
- Excluirlo de la vida social de la empresa y aislar a la víctima del resto de compañeros.
- Criticar el trabajo de una persona de forma sistemática y destructiva, con el objetivo de minar su autoestima (síndrome del impostor).
- Los chismes constantes: Intentar menoscabar la reputación personal o profesional de la víctima mediante comentarios dañinos.
- Despreciar la opinión de la víctima, su modo de pensar o convicciones personales o impedirle expresar sus valoraciones personales.
- Hacer bromas de mal gusto, comportarse de forma irrespetuosa.
No debemos confundir un conflicto laboral entre dos empleados con el mobbing; dos personas pueden llevarse mal y discutir, pero no necesariamente se está produciendo un escenario de acoso laboral. Para que haya acoso debe producirse una de las situaciones que describimos más arriba y hacerlo de manera sostenida y repetida en el tiempo, normalmente con la participación del resto de compañeros, u omisión de ayuda.
- Mobbing vertical: Se produce cuando entre el acosador y acosado existen diferentes categorías o niveles de jerarquía (normalmente, el acosador suele estar en un nivel superior de jerarquía). En función de ello, se puede distinguir entre:
- Mobbing descendente o bossing. Se da cuando un superior hace uso de su poder para abusar de un subordinado. Un ejemplo podría ser presionar a un empleado de forma sistemática, sobrecargándolo de trabajo o exigiendo plazos imposibles, asignándole tareas de escaso valor o no darle trabajo para alegar bajo rendimiento.
- En el caso contrario, nos encontramos el acoso vertical ascendente, que es el que se da cuando los trabajadores acosan, humillan o menosprecian a su jefe o superior.
- Acoso laboral encubierto: Este tipo de acoso laboral implica el uso de acciones indirectas como difundir rumores, manipulación de información o exclusión social. Estas acciones se presentan bajo la fachada de una normalidad laboral, por lo que lo convierte en uno de los más graves debido a su sutilidad. Además, el acosador es capaz de manipular el entorno para salir favorecido.
- Acoso estratégico: Esta es una práctica que se hace desde la institución con la intención de que el empleado renuncie y así evitar pagar las indemnizaciones correspondientes. Puede ser directo, o utilizar a un tercero para ejecutar este fin.
- Acoso de gestión: También conocido como mobbing de dirección, es parecido al estratégico, ya que son los miembros de la organización quienes se encargan de planificarlo para someter a los trabajadores y que estos sean más productivos a un costo más bajo.
Acoso laboral o mobbing: ¿Cómo debe actuar el trabajador?
En España, el acoso laboral está prohibido por ley, y establece la obligación de las empresas de proteger la salud física y psicológica de sus empleados.
En caso de que como empleado sufras mobbing o acoso laboral, puedes presentar una denuncia ante la Inspección de Trabajo o el juzgado de lo social correspondiente, y realizar los siguientes pasos:
- Dejar constancia escrita ante conductas que la persona víctima considera injustas en relación con ella misma o con el resto de compañeros.
- Utilizar los canales de denuncia interna (obligatorios en las empresas) para denunciar cualquier tipo de discriminación o malas prácticas. Estos canales deben permitir la denuncia de irregularidades, tomar medidas disciplinarias y garantizar el cumplimiento de los derechos fundamentales. La empresa puede ser responsable, tanto por acción como por omisión.
- Guardar toda la correspondencia que pueda haber mantenido con la empresa en relación a estas conductas (es decir, pruebas que puedan ser necesarias en un futuro procedimiento judicial).
- Si no se confía en la efectividad de estos canales en la empresa, la recomendación de los expertos es denunciar estas conductas directamente ante la Inspección de Trabajo, y aconsejan hacerlo mediante un abogado especialista.
- Grabar las conversaciones, llamadas, reuniones, videoconferencias… con los compañeros de trabajo o responsables jerárquicos, siempre que se trate de conversaciones sobre asuntos de trabajo y de personas implicadas en las posibles conductas de acoso.
Y por supuesto, la víctima de mobbing o acoso debe recibir ayuda externa del círculo social de referencia, o ayuda psicológica profesional, ya que este tipo de acoso suele afectar al autoestima, seguridad personal y profesional, confianza en nosotros mismos y capacidad asertiva de autodefensa legítima.
Cómo debe actuar la empresa frente al acoso laboral o mobbing
De acuerdo con la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, la empresa tiene una obligación para con sus trabajadores de, en primer lugar, prevenir el acoso laboral o mobbing y, en segundo lugar, proteger a sus trabajadores y garantizar un entorno de trabajo seguro y libre de acoso. Dicho esto, es obligatorio para toda empresa, con independencia del tamaño de la misma, que existan protocolos de prevención y de actuación en el caso de que se produzca mobbing o acoso laboral.
Ante una denuncia de la víctima, la empresa está obligada a activar el protocolo de acoso y, ante la no activación, siempre existirá responsabilidad, que se denominará culpa in eligendo.
Por este motivo, es fundamental reaccionar de forma que se intente disminuir o extinguir las posibles situaciones de acoso mediante la puesta en práctica del protocolo.
Estas actuaciones pueden consistir en la separación entre acosador y víctima de forma preventiva, o incluso sancionar al acosador por la comisión de infracciones de carácter muy grave, pudiendo comportar la suspensión de empleo y sueldo o, incluso, despido disciplinario (en el caso de que el acoso estuviese probado).
Por otro lado, si existiera un incumplimiento empresarial en materia preventiva, la víctima podría reclamar a la empresa estos daños y acceder a una baja involuntaria indemnizada.
En caso de denuncia por acoso laboral, el empresario debe tomar medidas inmediatas para investigar la situación, proteger al trabajador afectado y prevenir futuros casos. Si se demuestra la existencia de acoso, el empresario puede enfrentar consecuencias legales y sanciones.
Dicho esto, frente a una denuncia de acoso laboral o mobbing la empresa debe:
- Escuchar atentamente al trabajador/a afectado y mostrar empatía hacia su situación.
- Registrar la denuncia y garantizar la privacidad del denunciante.
- Activar el protocolo interno y llevar a cabo una investigación interna para entender bien la situación con el fin de recopilar pruebas que respalden las denuncias y testimonios.
- Tomar medidas para proteger la integridad y seguridad del empleado denunciante.
- Tener una comunicación con el trabajador afectado directa y continua en aras de resolver el conflicto; apoyar psicológicamente al afectado/a y hacer un seguimiento exhaustivo de la situación.
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Medidas de prevención contra el mobbing o acoso laboral
La prevención del mobbing o acoso laboral es fundamental para crear un ambiente de trabajo saludable y productivo. Desde RRHH, existen varias medidas que se pueden tomar para prevenir el acoso laboral en la empresa. A continuación te detallamos algunas de ellas:
- Promover una cultura de respeto, empatía, tolerancia, asertividad y trato digno entre los compañeros.Un ambiente de trabajo respetuoso es la base para prevenir el acoso.
- Tener un lenguaje apropiado en un entorno laboral: Muchas veces, nos podemos dejar llevar por la cotidianidad y el compañerismo, pero no debemos perder de vista que somos adultos desarrollando un trabajo, y debemos mostrar profesionalidad para no perder de vista los límites.
- Velar por el mantenimiento de un clima agradable para todos, evitando la presencia de chismes y actitudes negativas.
- Crear un canal efectivo, privado y seguro de denuncias y quejas para detectar el acoso ocasional y sancionar a los acosadores (las empresas deben escuchar a las víctimas y mostrar empatía y apoyo hacia ellas, pero también deben atreverse a tomar medidas para corregir las malas conductas de los acosadores).
- En base al punto anterior, implantar un sistema de medidas disciplinarias para los acosadores.
- Una vez la empresa ha recibido una noticia de acoso, es imprescindible que esta establezca un sistema de investigación, supervisión y seguimiento para detectar el acoso y tomar las medidas necesarias. No basta con leer el comunicado, hay que garantizar que las malas prácticas no vuelvan a producirse.
- Ofrecer soporte psicológico y legal a las víctimas de acoso en el trabajo.
- Promover el trabajo en equipo y la cooperación entre los compañeros.
- Y la más obvia, pero también la más importante: establecer políticas claras y protocolos de prevención de acoso laboral en la empresa para reportar el acoso laboral de manera confidencial.
Como vemos, no sólo basta con ofrecer programas de formación sobre prevención de riesgos y acoso laboral, si estos no se cumplen. Muchas veces, estas formaciones la realizan las empresas debido a su obligatoriedad, pero pocas son las que se toman en serio este problema, y tienen medidas reales de prevención y actuación.
En Qaizzen, creemos que la prevención del acoso laboral no es sólo una responsabilidad ética, sino también una decisión estratégica. Por eso, nuestra app ofrece herramientas para ayudar a los empleados de tu empresa a tener soporte y bienestar emocional frente a cualquier situación.
6 tipos de mobbing o acoso laboral que no sabías
Aunque no todo conflicto en el trabajo se traduce en acoso laboral o mobbing, hay que diferenciarlo de las «tensiones ordinarias” que subyacen en toda convivencia, y la clave es que se den tres elementos: la intención de dañar, la producción de un daño en los derechos personales más esenciales, y el carácter continuado, predeterminado y sistemático del hostigamiento.
Pero, ¿qué acciones concretas pueden considerarse mobbing o acoso laboral en el lugar de trabajo? Aquellos actos que muestren desprecio a través de gestos y comportamientos; las dirigidas al aislamiento físico y psíquico de los trabajadores del resto de compañeros por un período de tiempo, y también, los mecanismos que tienen como fin obstaculizar la actividad profesional de la víctima, lo que puede materializarse en estas cinco situaciones, entre otras:
- Exclusión o aislamiento social: El acosador puede excluir a la víctima de eventos sociales, difundir rumores o chismes para dañar su reputación, lo que conlleva a que la víctima pierda alianzas o amistades en el trabajo. Este tipo de acoso es muy común, y puede afectar a la manera en que los demás tratan al trabajador.
- Luz de gas o gaslighting: Se trata de un tipo de acoso muy sutil que puede traducirse en bromas inapropiadas e hirientes, culpar a la persona de cosas que escapan de su control, exageración de los errores o evaluaciones negativas constantes sobre su trabajo, entre otros. El mobbing es un proceso que se compone de una serie de actuaciones hostiles que, tomadas de forma aislada, podrían parecer anodinas, pero cuya repetición constante tiene efectos perniciosos.
- Juzgar el desempeño de un/a trabajador/a y cuestionar injustificadamente decisiones de un trabajador.
- Falta de conciliación de manera injustificada y arbitraria. Puede considerarse acoso laboral en caso de que esta situación se dé en el marco de un ambiente laboral en el que se han sucedido arbitrariedades en este ejercicio. Un caso sencillo podría ser que a ciertos compañeros se les permita disfrutar más tiempo del desayuno, llegar unos minutos más tarde, etc. Sin embargo, cuando lo hace la víctima que sufre de acoso, se marca más deliberadamente estas faltas.
- Trato desigual en condiciones similares de trabajo, como la asignación de tareas de mayor responsabilidad sin reconocimiento o remuneración adecuada, o beneficios laborales injustamente distribuidos.
En esta línea, también es considerado un tipo de mobbing cuando se encargan tareas de excesiva dificultad o la sobrecarga de tareas per sé; pues se obstaculiza la actividad profesional de la víctima con el objeto de dificultar el desempeño de su trabajo, encomendándole tareas de excesiva dificultad o trabajo en exceso, con la inevitable disminución de rendimiento. Igualmente se considera acoso laboral el encargo de trabajos humillantes o inferiores a los propios de la cualificación y competencia de la persona trabajadora. - Desprotección Laboral: Negar al trabajador los medios adecuados para el cumplimiento de sus funciones, como la falta de equipos de protección, o la falta de respuesta de una empresa ante una situación de acoso laboral.
¿Cómo afecta el mobbing o acoso laboral al bienestar emocional?
Las consecuencias del acoso laboral son graves. La víctima puede sufrir estrés, ansiedad y baja autoestima o burnout. Esto puede llevar a problemas de salud a largo plazo, y el rendimiento laboral también se ve perjudicado, lo que afecta a toda la empresa. El mobbing o acoso laboral puede afectar al trabajador de dos formas:
- De forma directa: El trabajador puede experimentar sentimientos de incertidumbre, ansiedad, estrés, aislamiento, depresión o burnout, baja autoestima o síndrome del impostor y problemas de salud física (como puede ser estómago, higiene del sueño, caída del pelo, erupciones cutáneas etc); además de afectar su productividad, concentración y bienestar emocional.
- De forma indirecta: El mobbing o acoso en el trabajo puede tener un impacto negativo en el ambiente laboral, la moral y el rendimiento de los demás miembros del equipo. También puede llevar a una disminución en la calidad de los productos y servicios ofrecidos por la empresa.
El mobbing, además, puede producir dificultades sociales que pueden llevar a la víctima al aislamiento social y profesional por el hecho de estar en constante situación de alerta, la incapacidad para experimentar amistad o compañerismo debido a ese mismo estado de alerta o pánico social, entre otros.
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